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Friday, 23 March 2012

Recomendando "apps" sin frivolizar

En los últimos meses vemos un interés creciente por las aplicaciones para móviles y tabletas, las llamadas "apps", que han experimentado un crecimiento extraordinario en número y en funciones relacionadas con temas de salud y medicina.

Esta semana asistí a la interesante jornada "Apps On Health" que tuvo lugar en el Hospital San Joan de Dios, donde se han presentado las últimas tendencias en este campo. Recientemente también llamaba la atención una noticia sobre la recomendación por parte de la National Health Service del Reino Unido, de que los médicos "receten" apps a sus pacientes.

Ahora bien, ¿quién elabora los apps? ¿cómo ha sido evaluada su utilidad/calidad? ¿realmente dan información fiable sobre la frecuencia cardíaca o la dieta más adecuada para cada usuario y situación? Y aunque sea así, ¿ha sido comprobado que son más beneficiosos que estrategias, digamos, más tradicionales? ¿que son efectivos y eficaces?

Tanto medicamentos, como técnicas y dispositivos sanitarios deben seguir estrictos procesos y controles de calidad, ¿qué ocurre con los apps? Debemos profundizar e investigar en el tema.

5 comments:

  1. Me agrada ver que estamos tan de acuerdo en un tema tan importante y en el que, como tú bien dices, estamos en claro peligro de caer en la frivolidad.

    Yo escribí una entrada en tu misma línea unos días antes (http://www.sanchezlaguna.es/2012/03/04/eso-de-la-msalud-funciona-de-verdad-cuando-evaluar-nos-puede-mover-la-foto/). Parte de la inspiración me vino porque yo era parte del jurado del evento que tú comentas y estaba en plena evaluación de las mismas.

    Una preocupación que me surgía era: ¿pero quién está detrás de esta aplicación realmente? Es decir, si una persona va a tomarse en serio las recomendaciones que le de la misma... ¿no puede ser peligroso para la salud si su información no es evaluada adecuadamente por un tercero?

    En definitiva, si las aplicaciones móviles se van a meter en el ámbito de la salud, ¿no deberían pasar una evaluación parecida a la que pasan los medicamentos? Y, en segundo lugar, ¿qué formación se está dando a los profesionales sanitarios para que puedan recomendar aplicaciones? Y, ¿por qué no? Participar en su desarrollo...

    Un tema apasionante, sin duda.

    Muchas gracias por tu entrada.

    Un abrazo.

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  2. Estoy de acuerdo con lo que comentáis.

    Enfocándolo más desde el punto de vista técnico, que es la parte que me toca, hay otra cosa que me llama la atención y es la omisión de las características técnicas de las apps.

    Muchas se presentan como alternativa de movilidad a la hora de consultar imagen radiológica, sin embargo poco o nada dicen sobre conectividad DICOM u otros estándares.

    En resumen, para llegar a implantar estas apps en centros sanitarios tiene que tener la capacidad de comunicarse con los sistemas corporativos y, de momento, veo pocos avances en este sentido.

    Un saludo,
    Toño G. Parada

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  3. Estoy totalmente de acuerdo con vuestros comentarios Francisco y Toño. Se supone que estamos en un momento en el que no todo vale, en el que es importante diseñar y aplicar tecnologías que realmente hayan demostrado su utilidad, tanto en términos científicos y por tanto de salud para los usuarios, como que deben basarse en los estándares de comunicación necesarios para su interoperabilidad. Todo parece un simple juego o un negocio y es mucho más.

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  4. Y si ya nos vamos a la seguridad de la información, nos quedamos con la boca abierta.
    Las aplicaciones no cifran, no sabemos en qué bases de datos estará nuestra información, no sabemos qué hará el desarrollador con dicha información (nada le impide venderla al mejor postor, porque nadie se lee las condiciones de uso -suponiendo que existan unas detalladas, claro-).

    Vamos, un desastre :S

    Por eso debemos intentar bajar los pies de aquellos que se deslumbran con estas modas a la tierra.

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  5. Muy interesante el artículo

    Creo que estamos en un momento de explosión como lo fue en su día las .com y en los últimos años las redes sociales.

    Como está de moda y parece que es gratis, se lanzan miles de aplicaciones al viento con la esperanza de obtener X mil descargas e intentar monetizar o demostrar su utilidad a posteriori.

    Y yo me pregunto ¿cómo vamos los profesionales a recomendar apps a los usuarios si no conocemos cuáles son, quién las ha elaborado y para qué sirven?

    No se hace análisis de necesidades, ni se estudia el impacto o la utilidad de la aplicación y como decís, no se cuida la privacidad de los datos.

    Yo imagino que una vez que se nos pase la fiebre de 'socializar' y 'applizar' todo, quedarán las apps serias con resultados basados en estudios rigurosos y que demuestren una utilidad clara.

    Quizás deban estar respaldadas por asociaciones profesionales y científicas o como dice Fran revisadas, para que las conozcamos y podamos recomendarlas con seguridad.

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