Pages

Friday 11 November 2011

Las Redes Sociales y sus dilemas ¿hasta dónde debemos llegar?

Ayer asistí a la jornada sobre web 2.0 organizada por el Parc Sanitari Pere Virgili. Surgieron temas interesantes, como en otras ocasiones, relacionados con la utilización de las redes sociales con fines sanitarios. Uno de las cuestiones que surgió en diversas ocasiones, fue cómo debe el profesional compaginar su actividad institucional y la personal con su identidad digital.

Una de las cuestiones planteadas por uno de los asistentes me pareció de gran interés, al respecto de que si un médico manifiesta por ejemplo su oposición a la utilización de ciertas vacunas en su blog personal, la institución para la que trabaja debería tomar o no alguna medida. Se comentó que si se trataba de un blog personal podía opinar libremente sobre dicho tema.

Creo que la respuesta no es tan sencilla. Es cierto que las redes sociales nos permiten opinar libremente de los temas que nos preocupan o manifestar el apoyo o el rechazo a una determinada acción, hecho u opinión. Sin embargo, en el caso planteado (y en otros muchos), sobre el que quizás me siento especialmente vinculado por mi actividad en diversos grupos de trabajo sobre vacunas, creo que debe hacerse una reflexión más profunda al respecto. Aunque se trataría de una opinón personal vertida por un médico en su blog, es fácil pensar que pacientes y la propia institución a la que trabaja puedan leer dicha información y de ahí que surjan algunas preguntas:
¿Cómo puede explicar a sus pacientes que debe vacunarlos si opina de forma diferente tal como ha manifestado? ¿no creará confusión entre los usuarios y pacientes y desconfianza no sólo en el propio médico, sino en la institución a la que representa?
La institución en la que trabaja, ¿cómo debe interpretar dicha opinión con respecto al ámbito del trabajo que dicho médico puede estar desarrollando en la misma? ¿no puede dudar acaso del tipo de atención que está dando en sus consultas?

Está claro que las consecuencias (positivas o negativas) de "opinar" en las redes sociales (blogs, Facebook, Twitter, etc.) sobre un tema de salud relacionado directamente con nuestro trabajo, afectará la relación con los pacientes que atendamos, con la propia institución en la que trabajamos e incluso en este caso, en la propia forma de entender la prevención en salud en el que basa la aplicación de las vacunas.

Podemos imgaginar mil situaciones similares, entonces ¿hasta dónde podemos o debemos llegar con nuestras opiniones?